A la Parròquia de Sant Sadurní posemLa familia en el centroy trabajamos para que todas ellas puedan quererse más y mejor. Dios, por el contrario de lo que algunos habíamos pensado, no es un intruso sino quien nos une más. Tenemos un proyecto para las familias, estén en el momento Queremos a la familia y queremos ayudarla a crecer. Sabemos cómo hacerlo para convertirse en familias sanas. El proyecto de familia es clave. amor entre todos los de casa y para con Dios, que "es amor". Si desea venir, nos alegraremos de conocerle y de ayudarle en todo lo que podamos.
Unción de los enfermos
El sacramento de la fuerza espiritual
Sabernos hijos de Dios
ES LO QUE SOMOS
«¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que recen por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. »
Sant. 5,14
¿Qué es la unción de los enfermos?
Jesús mostró compasión hacia los enfermos y los que sufren. El sacramento de la Unción de los Enfermos lleva la gracia de Dios en la fuerza espiritual, la paz y el coraje para superar las dificultades que conlleva enfrentarse a un reto de salud grave (como una cirugía importante) o a una edad avanzada. Además, no pocas veces, ayuda a superar la enfermedad o hace recuperarse de estados de saludos gravísimos, haciendo evidente la eficacia de la Unción. De hecho, se dan auténticos milagros, hasta el punto de que los médicos a veces se hacen cruces de una mejora absolutamente inesperada y muy desproporcionada. A veces, personas que los médicos preveían que murieran en un día o incluso en pocas horas, viven varios días en un estado muy mejorado o incluso se recuperan del todo, y pueden volver a sus ocupaciones habituales.
Este sacramento sólo puede ser administrado por un sacerdote u obispo, quien unge con aceite la frente y las palmas de las manos a la persona. Y se puede recibir más de una vez en la vida.
El sacramento de la unción de los enfermos, como todos los sacramentos, es un sacramento de vivos, y lo ideal es recibirlo en lo que llamamos «estado de gracia», es decir, después de haberse confesado.
Si la persona está inconsciente, también se puede administrar, ya que además la unción de los enfermos, perdona los pecados.